22.11.04

Madrid, la ciudad que no duerme

Pues aqui me hallo, de nuevo en la capi tras pasar el fin de semana en casa de mis papis. Es una sensación nueva (maravillosa) esa de que llegue el domingo y venirme con el niño, en vez de sentirme desilusionada cuando me despido de él y me quedo en la "soledad" frente al televisor.

Todo ha ocurrido bastante de repente, pero poco a poco me voy haciendo a la idea, y cada vez me gusta más, me ilusiono más. Soy independiente, tengo un trabajo y una vida propia, y eso me hace sentir bien. Lucharé lo que haga falta por mantenerlo. Sin duda.

Ahora, después de la niebla y los kilómetros interminables de la autopista, me espera mi cama, ya para siempre mi cama, que mañana hay que madrugar. Las cosas cada vez tienen más sentido para mí. Los días que vienen van a ser duros... muy duros. Tengo que conseguir compaginar un trabajo de un montón de horas (más atascos) con mi fin de carrera (a ver si esta vez hay suerte y lo apruebo). Pero va a merecer la pena. Sólo quiero concentrarme en el día a día, conseguir acostarme todas las noches con la sensación del deber cumplido, y la ilusión de que llegue un nuevo día. Así, paso a paso, todo se irá resolviendo, y llegaremos a buen término. Por fin un poco de optimismo en mi vida...

Un beso, y que descanséis. (Un, dos, tres, chewijama y a la cama!)




:)

3 comentarios:

Vengador dijo...

Me alegra saber que andas tan contenta con tu nueva vida. Espero que esa felicidad te dure por siempre!

elvira gonzalez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
elvira gonzalez dijo...

Me alegro mucho de que las cosas te empiecen a ir bien. Disfruta del momento.
Muchos besos para ti y para el niño.