30.7.04

Un día cualquiera

Me despierto. Abro un ojo, y veo que hay luz. Miro el reloj: apagado. Y es ahí, justo ahí, cuando empieza la pesadilla. Me levanto a tientas medio aturdida, abro la contraventana y trato de ver la hora en el reloj de la plaza. J*der cuánta luz. Las 3.15 h ¡Pero está gilip*llas! No es esa hora ni de coña. Pero fijo que he perdido el bus... Me dirijo, otra vez a tientas, hacia el salón, ya con la vena hinchada y sin ver un burro a tres pasos en la oscuridad. Me tropiezo y me machaco los dedos del pie contra vete-a-saber-qué. ¡J*der! ¡Y a saber qué c^ño de hora es! Por fin logro avanzar por el pasillo. En fin... las 7.15 h., justo la hora en que había puesto el despertador...
 
Cuando un día comienza como el de hoy, una ya está preparada para que pase lo peor. Y normalmente pasa... No sé si es el destino, Murphy o es que la empanada ya me dura hasta que anochece, pero es matemático que con un despertar así nada puede ir bien. A los hechos me remito: mi tutor me ha dejado plantada (con lo cual, no tenía por qué haberme levantado), los zapatos me han hecho rozadura, y me ha petado el PC (menos mal que al final solo ha sido el susto... pero han sido 5 horas de angustia al fin y al cabo :S).
 
Y después de todo esto, el día termina dejando una sonrisa agridulce. Y es que a la gente le da por escribir mails en los momentos más inesperados. Después de tanta calamidad, de pronto te encuentras en medio de un montón de recuerdos, queriendo que la mayoría sean buenos, e intentando no acordarte de los motivos que te llevaron a la ruptura, al dolor y a la soledad de lo inexplicable.
 
El primer sentimiento es claro: llega demasiado tarde. Evidentemente, bien está lo que bien acaba... pero esas mismas palabras (poco o nada comprometedoras) unos cuantos meses antes, habrían significado un mundo. ¿Y ahora? Ahora... nada. Porque habría un hueco para la esperanza, para retomar una amistad que no debió romperse (o por lo menos, no por esos motivos, que en poco tiempo han quedado borrosos... obsoletos). Pero los golpes de la vida enseñan a no querer sufrir, y no pienso hacerme ilusiones dejando abierta la puerta a la esperanza. Porque en el fondo, sé que todo se va a quedar ahí. En un mail casual, una contestación amable... y conciencia tranquila para todos.
 
A pesar de todo, quiero quedarme con el lado positivo. Mis palabras me han devuelto (aunque al cabo del tiempo) algo más que mi propio eco. Y las preguntas que ya me he cansado de hacerme y no poder responder han quedado sepultadas bajo el tiempo, y selladas con una despedida improvisada.
 
Al fin y al cabo, da gusto irse a la cama con los deberes bien hechos. Y hoy creo que lo he conseguido. Un saludo...


27.7.04

Blue moon

La noche tiene efectos sorprendentes sobre la percepción de la realidad y el ánimo de las personas. Todo es más lento, más sereno... pero también más "uniforme". (Supongo que son los altibajos los que dan color, en definitiva, a la vida.) La vida se detiene y los sonidos se concentran en cada latir, cada respiración... Y creo que es por esa ausencia de "vida exterior" por lo que se potencia y crece de manera (a menudo tan alarmante) la interior. Los sentimientos afloran y las sensaciones parecen tangibles y terriblemente verídicas (los fantasmas cobran vida por la noche ¿?). También el tiempo se densifica, se ralentiza y nos envuelve. Ciertamente, cuando te acostumbras a trasnochar, aparece una especie de doble vida no se sabe muy bien porqué. Y es que la sensación de perder el tiempo en las horas en las que uno yace, duerme (muere) va haciendo presa desde el primer momento hasta tornarse en un axioma que sólo los que toman este camino de la noche lo comprenden. Y la intensidad de los momentos imprime una huella difícil de borrar en la memoria, quedando más nítida, más real que la realidad misma.

Hace tiempo, en un foro no muy lejano, alguien preguntó ¿Por qué algunas noches son tristes?

Hoy estoy sola. O me siento sola. Sé que por la mañana ya no lo veré igual. El alma se me aliviará y mis ojos no creerán haber visto nada de lo que ahora vivo (quizá neblinoso recuerdo entremezclado con las pesadillas). Pero no estoy segura de querer que eso suceda. Mis pensamientos son oscuros, y la luz del sol no es más que un analgésico contra lo inevitable. (Las horas de quietud, de aislamiento, provocan una mayor conciencia, que eclipsa los vanos acontecimientos del día a día).

Algunas veces vuelo y otras veces
me arrastro demasiado a ras del suelo,
algunas madrugadas me desvelo
y ando como un gato en celo
patrullando la ciudad [...]
Y algunas veces suelo recostar
mi cabeza en el hombro de la luna
y le hablo de esa amante inoportuna
que se llama soledad.

- J. Sabina -



Hay noches en las que el sentimiento se alivia con el susurro de la luna... y otras en las que se echa de menos.

23.7.04

De monstruos y otras patrañas

Nos pasamos la infancia oyendo cuentos de monstruos, ogros y demás. Si nos portábamos mal, venía el hombre del saco, y hasta un monstruo llamado Casimiro (aunque muy salao) nos enviaba a dormir con un rock cañerito (fijo que si lo escuchabas al revés, tenía mensajes satánicos o algo). Pero últimamente pienso que nuestros mayores lo hacían con su mejor intención, por una sana razón pedagógica. Ahora nos damos cuenta de que en realidad todos esos malvados villanos no son más que entrañables y viejos amigos, y hasta las pelis infantiles nos muestran su lado más tierno y amable. No por nada Monstruos SA y Shrek son dos de mis pelis favoritas. Y es que destrozan los terrores infantiles y nos hacen entender que no todo es lo que parece, y que hasta el más villano tiene su lado positivo, su atisbo de bondad, su momento de lucidez mental que le devuelve al lado de los buenos y los queridos por todos...
 
Volvamos ahora al presente. Hemos crecido y los fantasmas de la niñez se han desvanecido (dejando más o menos secuelas). Y es cuando pensamos que el mundo es un lugar tranquilo, sin brujas, madrastras amenazadoras ni nada de eso, cuando encendemos la tele y ¡pam! ahi están... y esos sí que dan miedo. Pero miedo del de verdad. Del que no se pasa encendiendo la luz, ni con un abrazo en plena noche (bueno, con eso se cura casi todo). Son peor de lo que la mayoría de nosotros pudo llegar a soñar nunca. Y el lado oscuro nos intenta convencer de que son nuestro futuro, nuestra esperanza, y todo lo pintan de su tortuoso color ambivalente. Todo lo miden con su vara extensible (más larga siempre por su lado) y lo que tocan lo corrompen aunque por fuera lo vistan de seda, de comprensión y de solidaridad. Los falsos pretextos están a la orden del día y la podredumbre todo lo corroe y lo destroza.
 
Y como decían Tahures Zurdos en aquella canción
 
En el mundo de los sueños
En el país del algodón
hay nubes de caramelo
de frambuesa y de limón
no me despiertes mamá
no me despiertes mamá
aquí nunca tengo miedo
y nadie me quiere castigar
no me despiertes mamá.
[...]
 
Vamos a jugar a decir mentiras
cuando crezca me han contado
que seré muy feliz
podré cargar un fusil
y una bandera besar
y si os meto en un asilo
a nadie le extrañará
lo hicisteis con vuestros papás - o no -
y van pasando los años
tres, cuatro, cinco, seis, siete, ¡miles!
 
En el mundo de los sueños
ya no hay sitio para mí
me dieron una patada
y de la nube caí
me despertaron mamá
y frente a un ordenador
voy contando los segundos
para salir de aquí
si me pudiera evadir [...]
 
Sigamos contanto cuentos de monstruos y villanos por la noche, que es cuando más miedo dan, que por lo menos en esos siempre había un príncipe azul o una princesa encantadora, un hada madrina para salvarnos (aunque espero que no sea como la de Shrek 2 :P). Porque al despertar siempre estarán ahi el Sr. W Bush (con su ketkup), el Sr. Sharon y compañía, que no nos van a dar un momento de descanso. Y hay que estar entrenados...
 
 
¿Qué fue de los tiempos de Darth Vader? Los malos ya no tienen nada bueno...
 
 

De estrenos va la cosa

¿Sería posible que hoy fuera el primer día del resto de mi vida? Quizá no haya ningún modo inmediato de saberlo y solo el tiempo será capaz de desvelarlo. O quizá simplemente la respuesta sea No, por el mero hecho de realizar la pregunta.
 
Sin embargo, creo que hoy he hecho avances importantes. Seguramente por eso sea un buen día para comenzar este blog. O una buena noche, mejor. Porque pienso escribirlo así, de noche. Por eso es negro, para disfrutarlo en la oscuridad. Esperaré a que el sol se ponga del todo, y los noctámbulos acudan a la llamada de la luna...
 
Un saludo a todos.