12.3.08

New seven wonders

A estas alturas ya (casi) todos nos hemos enterado de la nueva proeza de esta nuestra Iglesia Católica (sí, con mayúsculas), que ha enunciado nuevos "pecados capitales" para que los católicos podamos ser más santos y mejores personas.

Pero bueno, sus razones no dejan de ser bastante dudosas cuando menos, ya que el obispo Girotti, responsable de algo que se llama el Penitenciario (qué alegría de nombre), deja claras sus motivaciones para censurar, una vez más, la conducta de todos (católicos y no católicos, aunque estos últimos no tienen de qué preocuparse porque ya sabemos todos que van directamente al infierno). Y es que el buen señor ha dicho que los motivos se deben a una "disminución del sentimiento de culpa", por lo que la visita a los confesionarios ha disminuido drásticamente, o sea, que se les va la clientela. Vamos, lo de siempre, que hay que vivir amargado y con miedo (supongo que para ser más fáciles de manejar a su, de la Iglesia, antojo).

Y claro, viene el Sr. Girotti a abrirnos los ojos por nuestro bien, eso sí, con un poquito de retraso (en el tiempo) en algunos temas (por ejemplo la contaminación, reciclaje de materiales, etc) y un bastante de retraso (mental) en otros (a saber, la experimentación científica, el uso de anticonceptivos...). La guinda al pastel la pone el enriquecimiento ("acumular excesivas riquezas", dice), pecado con el cual se asegura la clientela diaria, porque digo yo que tendrá a todo el Vaticano, con el Papa a la cabeza, haciendo cola delante del "concesionario"... Con respecto al consumo de drogas también está mal visto en el seno de la Iglesia, pero no por todo aquello que sabemos, conocemos y razonamos, como que destroza a la persona y su entorno, el tráfico de drogas produce pobreza, esclavitud... No, no, nada de eso. La razón es que "debilita la psique y se oscurece la inteligencia, dejando a muchos jóvenes fuera del circuito eclesial". Toma ya.

En fin, que ya es lamentable que una institución que tanto bien podría hacer por la humanidad se dedique a sembrar el miedo y la desconfianza en las personas y a intentar truncar cualquier atisbo de avance de cualquier tipo. Pero es que encima se les ve el plumero...

2 comentarios:

Morghana dijo...

Sigo sin encontrar un emoticón que eche la pota...


¿Qué opinará Dios de estas cosas?

Bue, como nunca firme nada con esta gente, no voy demasiado preocupada con este tema, ni siquiera a donde me manden cuando estire la pata, porque ya tengo firmado la donación de órganos y que el resto tienen que tirarlo hecho cenizas al Atlántico, así que poco pillarán para el infierno ese.


Besos.

César Carballeda dijo...

Hola humana. La necesidad ( o esperanza) de trascendencia hace muy vulnerable a vuestra especie. Acerca de lo que hay después de la muerte hay mucha opinión pero ninguna información ¿como puede ser que millones de vosotros os traguéis las trolas de los curas y curillas de todas las absurdas religiones con que vuestra especie cuenta? Creo, humanos, que nunca dejaréis de sorprenderme.
Acerca de la búsqueda del sentido de la vida, si te interesa, hay un documento en mi blog que creo interesante.
Un octoabrazo, Ácaro